La Organización Mundial de la Salud indica que las mascarillas ahora son recomendadas para todos para combatir la propagación del nuevo coronavirus, que ya suma 1.288.372 casos confirmados y 70.482 muertes a nivel mundial. El uso de máscaras, según el organismo internacional, «puede reducir la velocidad a la que los individuos infectados pueden infectar a otros». Los tapabocas más especializados como los quirúrgicos o los N95 siguen siendo exclusivos para los profesionales de salud.
Michael Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias sanitarias de la OMS, afirmó su apoyo a las iniciativas que impulsan actualmente los gobiernos de promover el uso masivo de los tapabocas. Tal apoyo retracta la postura asumida por el organismo sanitario hasta ahora, en la que aseguraban que la gente saludable no tenía porque llevar tapabocas, salvo si debía cuidar un enfermo en casa donde estaría más expuesto al virus.
Recientes investigaciones científicas han hecho cambiar de parecer a la OMS. Estos artículos, basados en la experiencia que ha dejado la crisis mundial, señalan que el tapabocas tiene un efecto positivo. Un efecto que evitaría con mayor facilidad el contagio de la infección del Covid-19, nombre de la enfermedad producida por el virus SARS-CoV-2. Sin embargo, sostuvo el mismo organismo, aquellas máscaras creadas para cirugía y profesional de salud como las N95, deben seguir siendo utilizadas únicamente por estas personas. De ahí que se deba «priorizar su uso para la primera línea», señaló Ryan.
Junto con esta recomendación, la OMS insiste en una estrategia integral en la que las autoridades de salud de cada país donde ha llegado el coronavirus formente el lavado de manos, el distanciamiento físico, el diágnostico de pruebas a mayor velocidad y la cuarentena para personas infectadas. A esa lista de consejos se suma ahora el del uso masivo de tapabocas principalmente de telas o cubiertas faciales caseras.