Con al menos 160 proyectos de vacunas en todo el mundo, es claro que la pandemia terminará tarde o temprano y con ella la adaptación de la atención médica después del COVID-19.
Sin embargo, con la vacuna y los nuevos tratamientos aprobados, es un hecho que existirán nuevos protocolos en la salud pública para prevenir futuras calamidades.
Un número sin precedentes de trabajadores de la salud agotados
A lo largo de esta tragedia mundial, no sólo se ha visto afectada la economía y la población mundial, como advirtió La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena. Sino también aquellos trabajadores de la salud que se encuentran en primera línea, quienes han soportado condiciones de trabajos extremas y realizando grandes sacrificios -como exponerse al contagio- para ayudar a los infectados.
Frente a estos actos valientes, muchos sufrían de ansiedad al saber el riesgo al que se enfrentaban por realizar su trabajo, lo cual supone un agotamiento tanto físico como mental; situación que podría conducir inevitablemente al aumento del cansancio en el personal sanitario a la hora de brindar atención médica. Tal como lo señala el el doctor en psicología, Francisco G. Cerrato: “nos hemos enfrentado a una situación nueva, amenazante y llena de incertidumbre…que, lejos de aportar seguridad, ha contribuido a elevar los niveles de ansiedad y miedo”.
Ahora, después del COVID-19, el cansancio es un hecho casi palpable.
Inteligencia artificial, una herramienta necesaria
Implementar IA en el ámbito de la salud no ha sido tomado como una opción por muchos gobernantes en el mundo. Sin embargo, el COVID-19 manifestó esta necesidad con mayor atención.
Por ejemplo, las plataformas I.A. ayudaron a enviar las primeras alertas del brote. Tal como lo anunció el portal OECD al expresar: “Las herramientas y técnicas que proporciona la IA pueden ayudar a los responsables… a comprender el virus que causa el COVID-19 y acelerar la investigación sobre tratamientos”.
La atención médica en el área de cuidados intensivos
En un país, un sistema de salud organizado y la atención médica adecuada, demostró su capacidad para hacer frente a tal crisis y un ejemplo claro fue Alemania, según el portal de la BBC: “Para hacerse una idea, la mortalidad de Italia está por encima del 10%, la de España es del 8.5% y la de China, 3.9%. Pero en Alemania es del 0.8%”.
Por lo tanto, es posible que muchos gobiernos se centren en reorganizar el sistema y sus áreas para ofrecer eficacia al dar atención médica.
Un sistema de salud ineficiente, no puede cubrir ni manejar una nueva pandemia y el personal de salud es testigo. Pese a las consecuencias que enfrentan, es posible que se adopten diferentes cambios para solucionar esta problemática.
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