Los adultos mayores han sido uno de los grupos de edad más afectados por las medidas de confinamiento aplicadas a nivel mundial, tanto en el ámbito emocional -al dejar de realizar sus actividades diarias y el contacto con familiares cercanos- como en el físico, debido a la reducción de movilidad y pérdida de masa muscular; combatir el sedentarismo, presente en hasta un 96% de adultos mayores y mejorar su alimentación, son algunos de los aspectos fundamentales para una buena salud tratados dentro de las temáticas del Congreso Abbott, donde tuve la oportunidad de participar junto a 30 especialistas abordando los principales problemas de salud en el país.
De acuerdo al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), la sarcopenia o disminución de masa muscular en los adultos comienza a aparecer a partir de los 50 años, y en los adultos mayores se presenta un porcentaje que oscila entre un 25% a un 37% de disminución, que va aumentando en la medida que se va avanzando en décadas de vida.
Cuando profundizamos en la inactividad física en Chile, datos de la Encuesta Nacional 2016-2017 realizada por el Ministerio de Salud de Chile, arrojan que un 86,7% de la población es sedentaria, siendo los adultos mayores los individuos con mayor prevalencia de hasta un 96,2% entre los 50 a +65 años de edad.
La pérdida de masa muscular en adultos mayores es multifactorial. Ello, porque se origina a partir de factores biológicos inflamatorios, así como también producto de la inactividad física, y en este último punto si podemos tomar acciones. Fortalecer los músculos es como construir un muro para un envejecimiento saludable.
Cuando profundizamos en el tema de las posibles complicaciones que surgen de la pérdida de masa muscular asociada al sedentarismo, como médicos debemos actuar a tiempo, brindando un soporte nutricional y de ejercicio que ayude a revertir la pérdida de masa muscular y reducir las complicaciones que esta conlleva, como: posibles fracturas por caídas, aparición de úlceras, entre otras.
Además de esto, para contrarrestar la pérdida de masa muscular, la indicación de ejercicios debe ser diversa, un poco de todo – fuerza, aeróbicos, equilibrio, flexibilidad y resistencia – porque esto ayuda a que músculo crezca y también ayuda al corazón, pulmón y cerebro a mantenerse oxigenados y activos.
Otro factor clave es la nutrición equilibrada, claramente es importante para los adultos mayores recibir calcio, vitamina D y suplementos nutricionales que tengan el compuesto llamado Hidroximetilbutirato (HMB). Este es un compuesto que solemos producir hasta los 40 años de edad y actúa como paraguas para evitar que todos estos procesos inflamatorios que se producen por la edad encojan el músculo y junto al ejercicio se realice la función de reparar la masa muscular.
Para tener una recuperación de masa muscular y un envejecimiento saludable, se recomienda realizar 30 minutos de actividad física al día y en paralelo construir músculo gradualmente, para construir un “muro”. Para esto, se requieren ladrillo, cemento y albañil. En este caso, nos referimos al ladrillo como las proteínas y los elementos nutricionales; al cemento como los ejercicios de fuerza y Resistencia; y al albañil como los componentes nutricionales que contienen HMB, los cuales en conjunto ayudan a modificar de cierta manera el efecto inflamatorio destructive sobre el músculo, protegiéndolo y ayudando –junto con la actividad física– a recuperar la funcionalidad y retomar las riendas en camino hacia un envejecimiento saludable.