La oportunidad de la robótica frente a la crisis del coronavirus podrían realizar algunos de los trabajos «aburridos, sucios y peligrosos» asociados con la lucha contra la pandemia, pero eso requeriría muchas capacidades nuevas que no se están financiando o desarrollando actualmente, argumenta un editorial en la revista ‘Science Robotics’.
El editorial, publicado este miércoles y firmado por importantes investigadores académicos, como Howie Choset, de la Universidad Carnegie Mellon, destaca que los robots podrían realizar tareas tales como desinfectar superficies, tomar la temperatura de las personas en áreas públicas o en los puertos de entrada, brindar apoyo social a pacientes en cuarentena, recoger muestras nasales y de garganta para realizar pruebas y permitir a las personas asistir virtualmente a conferencias y exhibiciones.
En cada caso, el uso de robots podría reducir la exposición humana a los patógenos, lo que será cada vez más importante a medida que aumenten las epidemias.
«Las experiencias con el brote de Ébola (2015) identificaron un amplio espectro de casos de uso, pero la financiación para la investigación multidisciplinaria, en asociación con agencias e industrias, para satisfacer estos casos de uso sigue siendo costosa, rara y dirigida a otras aplicaciones –advierten los investigadores en el editorial–. Sin un enfoque sostenible para la investigación, la historia se repetirá y los robots no estarán listos para el próximo incidente».
Además de Choset, profesor del Instituto de Robótica de CMU y uno de los editores fundadores de ‘Science Robotics’, el editorial está firmado por Marcia McNutt, presidenta de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos; Robin Murphy, de la Universidad de Texas A&M; Henrik Christensen, de la Universidad de California San Diego, y el ex miembro de la facultad de CMU Steven Collins, ahora en la Universidad de Stanford.
Choset enfatiza que la idea del editorial no era únicamente prescribir cómo se podrían usar los robots en una pandemia.»Más bien, esperamos inspirar a otros en la comunidad a concebir soluciones a un problema muy complicado», explica.
Choset también destaca que, al igual que los robots, la inteligencia artificial podría ayudar a responder a epidemias y pandemias. Los investigadores de Carnegie Mellon, por ejemplo, están realizando investigaciones para abordar la ayuda humanitaria y la respuesta a desastres.
Para esa tarea imaginan una combinación de IA y tecnologías robóticas como los drones. La interacción humano-robot, el monitoreo automatizado de las redes sociales, la computación periférica y las redes informáticas ad hoc se encuentran entre las tecnologías que están desarrollando.
DESINFECCION DE SUPERFICIES
«Para la prevención de enfermedades, la desinfección de la superficie ultravioleta (UV) sin contacto controlada por robot ya se ha utilizado porque el covid-19 se propaga no solo de persona a persona a través de la transferencia de gotitas respiratorias por contacto cercano sino también a través de superficies contaminadas», escriben los investigadores.
«Las oportunidades se encuentran en la navegación inteligente y la detección de áreas de alto riesgo y alto contacto, combinadas con otras medidas preventivas –agregan los investigadores–. Se podrían desarrollar nuevas generaciones de robots grandes, pequeños, de micro y enjambre que puedan trabajar y limpiar continuamente (es decir, no solo eliminando el polvo sino también realmente desinfectando / esterilizando todas las superficies)».
En términos de telepresencia, «el despliegue de robots sociales puede presentar oportunidades únicas para interacciones sociales continuas y adherencia a los regímenes de tratamiento sin temor a propagar más enfermedades», añaden.
«Sin embargo –prosiguen–, esta es un área de desarrollo desafiante porque las interacciones sociales requieren la construcción y el mantenimiento de modelos complejos de personas, incluidos sus conocimientos, creencias, emociones, así como el contexto y el entorno de interacción».
«El covid-19 puede convertirse en el punto de inflexión de cómo operan las organizaciones futuras —sugieren en el editorial–. En lugar de cancelar grandes exposiciones y conferencias internacionales, pueden aumentar las nuevas formas de reunión (asistencia virtual en lugar de en persona). Los asistentes virtuales pueden acostumbrarse al compromiso remoto a través de una variedad de avatares y controles robóticos locales».
«En general, el impacto del covid-19 puede impulsar una investigación sostenida en robótica para abordar los riesgos de enfermedades infecciosas –auguran los investigadores–. Sin un enfoque sostenible para la investigación y la evaluación, la historia se repetirá y los robots tecnológicos no estarán listos para ayudar en el próximo incidente».