Aunque la técnica ha sido probada solo en grupos pequeños y aún no puede generalizarse, dos estudios ya han encontrado que sirve el plasma para tratar a los infectados de COVID-19, ya que su uso es efectivo para tratar las infecciones.
Dos estudios realizados por investigadores en China demostraron que administrar plasma de pacientes recuperados de coronavirus a 15 pacientes en estado crítico por la misma razón puede tener resultados muy efectivos en el tratamiento del nuevo coronavirus, que al momento deja 1.978.769 infectados y 125.196 muertes a nivel global.
El primer estudio fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science a principios de abril, y fue realizado por el Centro Nacional de Investigación de Tecnología de Ingeniería para Vacunas Combinadas en Wuhan. En la investigación, los doctores inyectaron plasma de pacientes recuperados a otros 10 pacientes que estaban en estado crítico, y en tres días, según reportaron, hubo una “notable mejoría” en su condición de salud. Los diez pacientes sobrevivieron. El plasma es, en palabras sencillas, la parte líquida de la sangre que concentra los anticuerpos tras una enfermedad.
El segundo estudio fue publicado en el Journal of the American Medical Association y realizado por investigadores del Hospital Shenzen Third People. Los médicos también administraron plasma a cinco pacientes críticos y en 10 días, tres pacientes dejaron los ventiladores, según The Guardian.
Según el medio británico, los hallazgos aumentan la esperanza de que la sangre donada de pacientes recientemente recuperados pueda usarse para estimular el sistema inmunológico de las personas más vulnerables y ayudarlos a combatir la infección. Pero con solo un pequeño número de pacientes tratados hasta ahora con plasma, y las infusiones administradas fuera de los ensayos formales, es imposible saber cuánto beneficio realmente aporta el tratamiento.
China no es el único lugar en donde se están llevando a cabo pruebas con plasma para evaluar si es o no un tratamiento efectivo. De acuerdo con Agencia Sinc, la agencia estadounidense de medicamentos (FDA) dio su visto bueno a ensayos con el plasma de convalecientes como tratamiento contra el coronavirus, que ha contagiado a más de 245.000 personas en este país. Los experimentos actuales no aspiran a encontrar una solución milagrosa, dice Bruce Sachias, médico responsable del Centro de Recogida de Sangre neoyorquino, encargado de gestionar las donaciones de plasma en la primera metrópolis estadounidense. «Debemos ser conscientes del hecho de que aún estamos en territorio desconocido», asegura.
Eldad Hod y Steven Spitalnik, expertos en transfusiones sanguíneas que dirigen esas pruebas en el hospital Irving de la Universidad de Columbia, también destacan la incertidumbre que rodea esos experimentos. Pensamos que «entre 7 y 14 días después del inicio de una infección, la gente desarrolla una reacción inmunitaria y acaban creando grandes cantidades de anticuerpos. Pero no sabemos exactamente cuándo se produce el pico de esa creación», explica el doctor Spitalnik.